domingo, 20 de agosto de 2017

Dieta atlántica y protección cardiovascular , artículo Diario de Ferrol, 13.08.2017

Dieta atlántica y protección cardiovascular, artículo publicado en Diario de Ferrol el 13 de agosto de 2017 en el dominical de Nordesía

DIETA ATLÁNTICA Y PROTECCIÓN CARDIOVASCULAR
Carlos Piñeiro Diaz, médico del centro de salud de Narón
 La importancia de la alimentación es clave para la protección de las enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas por lo cual debemos preservar el patrón nutricional cultural de la dieta atlántica
 La dieta Mediterránea y la dieta Atlántica se encuadran en la zona del paralelo 40 que garantiza en el planeta las condiciones climáticas para gozar de las bondades de este tipo de dietas, caracterizándose por la alimentación de proximidad y el consumo de alimentos como pescado, vegetales, aceite de oliva y vino, que influyen de forma directa en la promoción de la salud cardiovascular. La dieta atlántica dispone de un consumo más habitual de alimentos ricos en prteínas como carnes rojas (ganado bovino), pescado, crustáceos, huevos, derivados lácteos y legumbres. Destacan la abundancia de alimentos de temporada, locales, frescos y mínimamente procesados, con alimentos procedentes de plantas ( vegetales, frutas, patatas, pan y grano, castañas, nueces y leguminosas), abundante consumo de pescados, mariscos, moluscos y crustáceos ( frescos, congelados y conservas), consumo de lácteos( en especial quesos) , consumo de carne de cerdo, vacuno y caza, consumo de vino moderadamente, uso de aceite de oliva para aliñado y cocinado , con preparación culinaria de más cocido, horno y plancha que fritura. Todo esto influye en presentar en Galicia una tasa de mortalidad por cardiopatía isquémica inferior al resto de España. Deberá ir ligada a la práctica de actividad física diaria.

 La pasta, el pan, las patatas, el arroz y el grano estarían en la base de la pirámide de la alimentación atlántica para consumo diario, insistiendo en el uso de cereales integrales más que los cereales refinados. La patata es un alimento apreciable en Galicia que aporta hidratos de carbono complejos y fibra, minerales, vitaminas B y C y un 80% de agua. Se recomienda su cocinado sin pelar(“cachelos”) porque conserva mejor los micronutrientes y el valor nutricional.  En el siguiente estrato de la pirámide de la dieta atlántica se encuentran para su consumo diario las frutas y verduras, recomendándose al menos 5 raciones al día predominando la verdura sobre las frutas. Destaca el consumo de frutas y vegetales ( sobre todo las coles) de temporada y en proximidad. Aportan fibras, vitaminas y minerales, así como excelentes antioxidantes y sustancias activas de efectos antiinflamatorios. Los grelos y nabizas poseen altas concentraciones de glucosinolatos y compuestos fenólicos que actúan como antioxidantes. El aceite de oliva se consume a diario en los hogares gallegos, aceite de oliva virgen extra de alto contenido en polifenoles , que supera el consumo medio español lo que puede conferirle aspectos de equilibrio sobre algunos excesos de consumo en huevos y lácteos. La leche, lácteos y yogures forman parte de nuestra dieta aportando calcio, vitaminas, proteínas y ácido linoleico conjugado, debiendo procurar consumo de leche desnatada para evitar las grasas saturadas. Los frutos secos y legumbres han de estar presentes en la dieta 2- 3 veces a la semana. Los productos del mar (pescados, mariscos, moluscos, crustáceos, algas) aportan ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3, proteínas, vitamina D, vitamina B, selenio, calcio, fósforo, potasio, hierro, forman parte esencial en nuestra dieta atlántica. El pescado reduce la mortalidad cardiovascular en un 35%. El consumo de carne vacuna, cerdo y aves magras aportan proteínas, hierro, vitaminas, grasas y ácido linoleico conjugado; destaca la calidad nutricional de la carne de la rubia gallega con mayor concentración de ácidos grasos omega-3 y linoleicos conjugados. El vino y la uva aportan compuestos fenólicos, flavonoides y resverastrol que influyen en el patrón cultural de dieta atlántica que preserva de enfermedad cardiovascular.

 Existen estudios científicos relevantes que concluyen de forma positiva sobre el uso de dieta mediterránea ( estudios más destacados ) y de la dieta atlántica. Lo más importante es que el patrón nutritivo cultural influye de forma determinante en la salud cardiovascular.

 El estudio de la dieta cardiovascular de Lyon y el estudio Predimed (Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular) demuestran beneficios incontestables. Parece obligado conseguir la adherencia a la dieta atlántica porque contribuirá a evitar enfermedades crónicas y enfermedades cardiovasculares. Preocupa el abandono de la dieta tradicional y la disminución de uso de alimentos en proximidad tan beneficiosos para nuestra salud.

 




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